Un centenar de mujeres periodistas pertenecientes a asociaciones profesionales de toda España se reunieron en noviembre de 2008 en Cádiz para respaldar la constitución de la Asamblea de Mujeres Periodistas de FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España). El encuentro se cerró con la aprobación de la Declaración de Cádiz, un decálogo en el que se condensan los compromisos y los retos en la lucha por la igualdad.
Además de su contenido, la Declaración de Cádiz y la propia Asamblea de Mujeres tenían una importante connotación. Era la primera vez que la principal organización de representación de la profesión periodística en España tomaba alguna iniciativa relacionada con la igualdad de género. La carrera, no obstante, ha resultado muy corta. En la asamblea general celebrada el pasado fin de semana en Sevilla se impuso un reglamento que mutila los objetivos fundacionales de la Asamblea de Mujeres, reconvertida en una comisión de trabajo a la que no se concede el derecho a tener una representación propia.
La Asamblea de Mujeres sólo se podrá reunir cuando lo decida la Junta Directiva de FAPE, que asume su representación y se reserva la potestad de designar a una mesa de tres componentes para dirigir cada reunión. En última instancia, los posibles acuerdos sólo se llevarán a la práctica si la Junta Directiva de FAPE lo considera oportuno.
En FAPE sólo existía hasta ahora otra comisión, la de Garantías y Asuntos Profesionales. Esa sí cuenta con una dirección propia que puede actuar de forma independiente, nombrada cada cuatro años y con unas funciones claras.
Este es un ejemplo práctico y muy gráfico de las barreras que se siguen poniendo a cualquier iniciativa que se relacione con la igualdad. Se mira con recelo también en aquellas organizaciones que se desenvuelven de en ámbitos en teoría mejor informados, hasta el punto de considerar sospechoso que las mujeres se reúnan a analizar su situación o a plantear el cumplimiento de sus derechos. Esa es la primera forma de desigualdad, tratar a las mujeres como menores de edad. Laura Nieto, Julia Yébenes, Maribel Barrante, Xulia Camp, María José Sánchez-Apellániz, Fátima Ruiz, Montserrat Barreiro y Lorena Pardo formaban la Comisión Permanente de la Asamblea de Mujeres Periodistas de FAPE. Han dimitido. Han decidido que son mayores de edad.
Declaración de Cádiz
La mujeres periodistas de España integrantes de la recién nacida Asamblea de Mujeres Periodistas de FAPE, suscriben unánimemente una decálogo que marcará sus prioridades y justifica su existencia a través de estas diez pautas:
1-. COMPROMISO CON UNA SOCIEDAD IGUALITARIA Y MÁS JUSTA
La Asamblea de Mujeres Periodistas (ANMP) y cada una de sus integrantes asumimos nuestra responsabilidad en el cambio social de España hacia una sociedad más justa e igualitaria. Trabajaremos en el doble objetivo de mejorar las condiciones laborales y la promoción laboral de las mujeres periodistas, por un lado, y defender los valores inherentes a la igualdad y dignidad de las mujeres, por otro.
2.- LA PARIDAD ES UN VALOR SOCIAL
Esta Asamblea entiende que la paridad en puestos de responsabilidad es un valor social, y demanda de las administraciones públicas que incentiven y premien las políticas que en este sentido apliquen las empresas, tanto públicas como privadas. La Asamblea insta al cumplimiento de la Ley de Igualdad.
3.- LAS MUJERES HACIA EL PODER EN LOS MEDIOS
La Asamblea insta a las empresas, instituciones y medios de comunicación y a sus responsables, tanto hombres como mujeres, a que respalden esta declaración y que, desde su cargo de responsabilidad, apliquen la paridad para eliminar las desigualdades en el ámbito laboral y en el tratamiento de los contenidos respecto a la mujeres.
4.- COMPROMISO SINDICAL CON LA PARIDAD
Esta Asamblea entiende que para conseguir la igualdad real en las empresas, los sindicatos son un instrumento imprescindible, por lo que también son responsables de exigir que cada convenio colectivo incluya la perspectiva de género y aplique criterios de paridad.
5-. DIAGNÓSTICO REAL DE LAS MUJERES EN LA PROFESIÓN PERIODÍSTICA
Con la colaboración del Gobierno, las Administraciones Públicas, universidades y sindicatos es necesaria para llevar a cabo un informe socio laboral actualizado sobre las mujeres periodistas.
6-. CONTRA LA PRECARIEDAD LABORAL Y LA DISCRIMINACIÓN
Pedimos a la Inspección de Trabajo que investigue las denuncias que le traslade esta Asamblea sobre precariedad laboral y discriminaciones por razones de sexo.
7-. CONCILIACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA LA IGUALDAD
Reivindicamos, para hombres y mujeres periodistas, medidas que les permitan conciliar su vida laboral con su vida familiar o personal y para facilitar la corresponsabilidad de ambos en la vida privada. Solicitamos a la administración incentivos para las empresas que asuman la conciliación como valor productivo.
8-. COMPROMISO EN EL TRATAMIENTO DE LA VIOLENCIA MACHISTA
Alertamos sobre el tratamiento de las noticias relacionadas con la violencia machista. Nos comprometemos a promover debates para mejorar la calidad de estas informaciones y ayudar con ello a terminar con esta lacra social.
9-. FORMACIÓN PROFESIONAL EN GÉNERO
El lenguaje, las imágenes y los contenidos sexistas siguen vigentes en las informaciones y la publicidad en los medios de comunicación. Para eliminar esta realidad instamos a las facultades de Comunicación a que incluyan en sus planes de estudios asignaturas sobre lenguaje y contenidos no-sexista, y pedimos a las empresas periodísticas que promuevan cursos de formación específicos.
10-. LA ASAMBLEA TRABAJARÁ PARA HACER VISIBLES A LAS MUJERES
La aportación de las mujeres a la sociedad no está suficientemente recogida en los medios. Las mujeres no aparecemos como portavoces, expertas profesionales o líderes de opinión. Desde la Asamblea nos comprometemos a hacer visibles a esas mujeres y para ello elaboraremos registros que podrán ser consultados públicamente y que se remitirán a los medios que obvien de forma reiterada a estas mujeres.
Cádiz, 8 de noviembre de 2008
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