Han coincidido esta semana en Talavera dos aniversarios, ambos con el alcalde como estrella: sus diez años en la Alcaldía y los 30 años de las primeras elecciones municipales después de la dictadura. Visto el éxito de los dos conatos de celebración, quizás habría sido mejor no intentarlo, porque ponerse para nada, es tontería.
Empezó la semana de aniversarios con una insólita comida de la cúpula del PSOE, es decir José Miguel Camacho y Miguel Perantón, y la cúpula del Ayuntamiento, es decir, el alcalde y Tirso Lumbreras, con los medios de comunicación. Camacho planteó la cosa como un acercamiento para conocer la opinión de algunos periodistas, con lo cual simpatizó con todos los asistentes; con la mayoría porque les avisó de antemano que no se tomaran la molestia de opinar, y con el resto a base de preguntarles si habían sido corresponsales durante la Batalla de Talavera. No me extrañaría que cualquier día presente en el Senado una iniciativa para que se adelante la jubilación a los 40. Me habré perdido tres años, pero allí estaré, expectante.
El encuentro, bastante frío, se resume en la reacción de Rivas a la primera intervención, muy directa, de Emilio Jiménez. Hizo algunas apreciaciones sobre los cambios que él veía de 1999 a 2009 y si a Camacho no le gustó la primera -que los políticos se han vuelto más distantes- a Rivas le irritó que le hiciera notar que algunos de sus concejales si les llama un periodista un domingo se dedican a parafrasear a Larra: llame usted mañana. Habrá que ver cómo se pone cuando se entere de que pasa lo mismo el resto de la semana.
No le fue mejor al día siguiente con los compañeros socialistas. El martes Rivas se dio un baño de escasez de multitudes en el Recinto Ferial, en un acto organizado por el PSOE del que hubo que retirar sillas para que no salieran en las fotos de los dos únicos medios asistentes. Teniendo en cuenta que no hubo ni convocatoria y que la organización puso poco empeño en reclutar público, tampoco será para extrañarse del desinterés mediático.
El segundo aniversario de la semana se celebró el viernes envuelto en una especie de semiclandestinidad. Los concejales -y no todos- fueron el único público del acto institucional organizado con motivo de los 30 años de las elecciones municipales de 1979. Entre las organizaciones escogidas para representar a la sociedad talaverana había tantas ausencias que habría que comprobar si había más gente dentro o fuera. Se me escapa porqué no estaban Fepemta, Cáritas, el Centro de Estudios Universitarios… O, por qué no, la Asociación de Periodistas de Talavera. Aunque esta vez, sí había periodistas.
POST SECRET 